Por primera vez, la organización Miss Universo dio su total respaldo a que una de las portadoras de la codiciada corona pose desnuda. La actual Miss Universo, Dayana Mendoza, contó con el apoyo de Donald Trump, dueño del concurso, para que engalane la portada de la revista 'Maxim', en el mes de septiembre.
La venezolana, a quien le faltan horas para entregar su puesto, se dejó fotografiar totalmente desnuda en una de las paradisiacas playas de Bahama, donde actualmente se está celebrando la competencia para escoger a Miss Universo 2009.
Anteriormente, la organización Miss Universo había mostrado conflicto con el hecho de que sus representantes hicieran este tipo de aparición en medios de comunicación. Según Mendoza, de 23 años, fue una idea totalmente de ella y está feliz de contar con el apoyo de sus manejadores.
En la entrevista con la revista 'Maxim', Mendoza habló de lo que ella significa para su país, para su familia, cómo le gustan los hombres y cuál ha sido el reto más importante durante el año en que ostentó el puesto como la mujer más bella del mundo.
Dayana Mendoza nació en Caracas, Venezuela y ganó la corona de Miss Universo el 13 de julio del 2008 en Nha Trang, Vietnam. Ninguna otra venezolana había ganado el concurso después de Alicia Machado en 1996.
Las Miss Universo de Venezuela ya han dejado historia en este campo. Machado posó para Playboy, edición de México en 1996; y en octubre del 2007 repitió la experiencia pero con Playboy, edición Estados Unidos. Hasta ese momento, ninguna Miss Universo se había mostrado desnuda.
Entre los premios que recibe quien es seleccionada como Miss Universo destaca la corona valorada en $120 mil dólares, dinero en efectivo, un contrato por un año promoviendo a través del mundo la organización, rentas gratuitas de autos, hoteles, restaurantes, un lujoso departamento en la Ciudad de Nueva York, una bolsa de regalo que incluye zapatos de diseñador, vestidos, productos de belleza y un estipendio de $100 mil dólares para cursos en la Academia de Filmaciones de Nueva York.
